Mostrando entradas con la etiqueta Indignado. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Indignado. Mostrar todas las entradas

lunes, 29 de diciembre de 2014

¿Alguien piensa?

Entre Usted y yo… ¿Alguien piensa?

Algunos acontecimientos cercanos a mi vida cotidiana, me han hecho empezar a pensar, que los políticos no son los únicos de este país que no piensan en los demás a la hora de tomar decisiones.

Decisiones que son tomadas, en muchos casos, al abrigo de un despacho sin ningún tipo de condescendencia,  y que por el mero hecho de no detenerse a aplicar una lógica de lo más sencilla, dan al traste con los planes de mucha gente, provocando con ello consecuencias un tanto problemáticas. Y como decía más arriba, me ha tocado vivir dos situaciones de lo más variopintas:

Situación 1: Día laboral a las 9:00 de la mañana. Autovía Torrelavega-Santander, carretera por la que en esa franja horaria circulan miles de vehículos en dirección a la capital, de gente que tiene allí su lugar de trabajo con un horario que cumplir. Todos los que circularon ese día y a esa hora, se encontraron con un vehículo de transporte especial que, circulando a velocidad muy reducida, impedía el desarrollo normal del tráfico, provocando que muchísima gente, no llegara a su trabajo con puntualidad. Supongo que las consecuencias no serían las mismas para todos ellos, pero… ¿No se podría haber pensado un poco en ellos a la hora de organizar el transporte? Y aplicando un poco la lógica ¿no se podría haber hecho un transporte nocturno a horas en las que no hubiera tráfico?... Por lo que se ve no.

Situación 2: Mi mujer está en el paro, al igual que mucha otra gente y, desde principios de año, está apuntada a varios cursos de formación del INEM. Pues bien, han “pensado”, aquellos que lo dirigen todo, que la mejor fecha para empezar el primero de los cursos en los que mi mujer había solicitado participar, es el 19 de Diciembre. Sí, justo el día en que a los niños les dan las vacaciones en el colegio. No les dio por pensar que, aunque estén en el paro, algunas son madres y, por ende, tienen que cuidar de sus hijos durante las vacaciones. Pero por obra y gracia de esta gente, algunas tendrán que contratar a alguien para que los cuide en su ausencia. Afortunadamente no es nuestro caso, pero imagino que a algunas paradas que asisten a estos cursos, se tendrán que gastar un dinero que, por estar en el paro, no les hará ninguna gracia. ¿No se podía haber esperado al 7 de Enero en que los niños reanudarían sus clases? ¿Tanta prisa había en comenzarlo?

Situaciones como estas habrá a montones. Unas serán sufridas por unos y otras por otros, y seguro que quien más y quien menos, habrá sufrido alguna de ellas. Y quiero pensar que hay algún motivo importante que lleve a quienes lo dirigen todo a tomar este tipo de decisiones, pero la verdad, se me escapa el motivo.


Sé que es complicado complacer a todo el mundo, pero por favor señores “pensantes”… piensen en los demás un poquitín y en las consecuencias que pueden acarrear sus decisiones.





miércoles, 19 de junio de 2013

La Justicia.

Entre Usted y yo… la justicia es injusta.

Ser justo es una virtud. Una virtud humana que, a diferencia de otras virtudes,  está  al alcance de nuestras manos, para que la utilicemos siempre que lo necesitemos. Da igual la condición de cada uno, todos tenemos la posibilidad de obrar con justicia en la medida necesaria.

A nivel personal, y según el baremo que cada uno tenga establecido, en base a los valores morales que le han sido inculcados, en términos generales aplicamos nuestra justicia siempre con el mismo criterio. O al menos lo intentamos. Sin embargo, a nivel institucional, donde hay unas leyes que cumplir, la historia es bastante diferente.

La ley está escrita. Y no sólo está escrita, si no que además se debe cumplir. Podemos discutir si una ley es necesaria, errónea, o que no favorece a todo el mundo, pero mientras esté escrita y aprobada, hay que cumplirla. Hacer que se cumpla, debería de ser tan sencillo como leerla y ejecutar la sentencia que esta dictamine. El juez de turno, tras estudiar y cotejar que se ha cometido una infracción, debería aplicar la sanción que esté tipificada para dicha infracción.  Así de simple.

Pero, entonces… ¿dónde está el problema para que la ley sea justa?, me dirá usted. El problema reside en que las sanciones a cumplir por saltarse la ley a la torera, son impuestas por jueces humanos. Como ya he dicho anteriormente, la justicia es una virtud humana, y como todo lo humano, es susceptible de ser sugestionada por todo tipo de agentes externos, provocando que pierda eficacia… y termine siendo injusta.

Los jueces, cuya primera dedicación es velar por que se cumpla la ley, deberían limitarse a aplicar dicha ley, e imponer la sanción sin ningún tipo de miramiento. Sin embargo, se ven sometidos a todo tipo de sobornos, amenazas y extorsiones varias, que merman su capacidad de impartir justicia hasta prácticamente hacerla desaparecer.

No les echo la culpa a los jueces. Al menos no toda la culpa. Ellos bastante tienen con capear el temporal, cada vez que a algún todopoderoso se le antoja pasarse la ley por el forro. Son humanos, y como todos, tienen sus temores, le tienen apego a la vida y tienen familias por las que velar. Supongo que cualquiera en su situación, cedería ante el poder de las amenazas, porque, como se suele decir, el cementerio está lleno de valientes.


¿La solución? No sé si la habrá, pero con los avances tecnológicos de los que disponemos, se podría contemplar la posibilidad de aplicar dicha tecnología a la justicia, crear un programa informático que sea el encargado de aplicar la justicia. Un programa informático no sería susceptible de sobornos ni amenazas, pero… seguramente se las ingeniarían para que “fallara” en su favor




.